¿Cuántos juguetes debe tener un niño y para qué sirve cada juguete?
Los niños necesitan juguetes para su desarrollo, para su aprendizaje y por supuesto también para su entretenimiento.
Sí, bien, pero seguro que no piensas precisamente en eso cuando al entrar en casa y echar una mirada alrededor retrocedes para comprobar si realmente has entrado en tu domicilio o en el bazar de juguetes de la esquina… La abundancia de juguetes, más que enriquecer su juego lo empobrece, porque al final el niño, entre tantos, irá de uno a otro sin centrarse ni jugar, realmente, con nada.
El consejo es que te inclines por la calidad y no por la cantidad. Aquellos que estimulen su imaginación y les permita explorar serán la mejor elección.
Evita los juguetes que por ser demasiado elaborados les conviertan en meros espectadores, limitando su interacción y favoreciendo la pasividad.
Un niño de 2 años podrá jugar ensimismado con una caja de cartón y 2 almohadones. Para estimular todo su potencial, no hace falta comprarle un sofisticado juego que hable, cante, baile y vuele con tan solo pulsar ON. Esto no quiere decir que tu hijo deba renunciar a todos los juguetes más comerciales.
¿Qué juguetes son los adecuados?
Es importante escuchar a los niños/as y tener en cuenta sus peticiones, pero conviene no olvidar que a veces están excesivamente influidos por la publicidad, las películas o las series y solicitan juguetes no apropiados para ellos.
Hay que pedirles opinión y respetar sus deseos, pero dialogar con ellos y mostrarles otras alternativas puede ser muy útil para elegir adecuadamente.
Actualmente no hay juguete que en su embalaje no destaque las ventajas educativas y los beneficios para el desarrollo psicomotriz. Por no hablar de la cantidad de colores, sonidos, luces e idiomas que incorpora. Leyéndolo te preguntas cómo ha sido posible que las anteriores generaciones fueran capaces de atarse los cordones por sí mismos jugando con simples bloques de madera o sencillos trenes de hojalata.
Así, los expertos, recomiendan para los primeros años muñecos, pelotas o marionetas con los que los niños puedan inventar sus propias historias ya que les sirve de vehículo de expresión. Además si les escuchas mientras juegan con ellos, puedes descubrir qué les pasa por la cabeza.
Otra opción son las manualidades y aquellos materiales que permiten crear cosas: plastilina, escayola, arcilla, Legos, juegos de construcción, pinturas, tizas…
Con ellos pueden manipular y hacer una cosa diferente cada vez. Los juguetes, más que enseñarles a apretar un botón, deberían servir para hacerles pensar.
¿Es posible que tengan demasiados juguetes?
Esta pregunta es fácil de responder si recogerlos a diario es una tarea colosal.
Si el cuarto de tus hijos es una auténtica leonera y los juguetes llenan toda la casa, tal vez es momento de tomar acción!
¿Por qué reducir los juguetes?
Podemos educarlos en el desapego y el aprecio. El desapego por lo material y el aprecio por lo que de verdad importa.
Conducirlos hacia una vida con menos juguetes mejorará su concentración. Si tienes dudas, prueba un día a dejarle jugar con 5 juguetes a la vez. Otro día prueba a dejarle a su vista solo uno.
Nuestro temor más inmediato es: se va a aburrir, va a llorar, se va a enfadar y me demandará otros. Tú solo pruébalo porque el resultado es sorprendente. ¿Acaso no te concentras mejor cuando trabajas en una sola tarea? Pues jugar es su trabajo. Es una labor importante, desarrolla su cerebro y requiere concentración.
- Cada cosa tiene su lugar y hay mucho espacio para jugar con el juguete elegido.
- Mejora su creatividad. Cuando todo está hecho, nada se puede crear. Pero la necesidad agudiza el ingenio ¿recuerdas?
- Juegan mejor. ¿De qué manera? Establecen juegos mejor elaborados dado que no estarán cambiando de juguete en juguete. Van a enfocarse en un mismo juego por más tiempo. Eso hará que el juego sea más divertido, creativo, entretenido.
Existen familias que han enfocado sus vidas a las experiencias y actividades creativas…
Un disfraz, unos colores, los juguetes libres de género y temporalidad pueden hacer que varios de tus hijos se enganchen a un mismo entretenimiento ^_^
Porque ¿Qué hay mejor que los hermanos jueguen juntos?
Enseña a tus hijos a priorizar las experiencias sobre los objetos. Cuando digan que quieren un juguete nuevo que han visto en la tele, puedes proponerle un plan alternativo. ‘Ok, ok, lo tendré en cuenta para tu cumpleaños…
¿Qué juguetes ‘necesita’ tu hijo?
Desde el mismo nacimiento, es necesario darle al juego el valor que merece: el niño debe aprender a jugar, pues así aprende a respetar su cuerpo y a quienes están cerca. A través de los momentos de diversión, el juego facilita el desarrollo de las habilidades y capacidades del bebé. El niño que juega se vuelve confiado y espontáneo, porque el juego se da en un ambiente de confianza y de espontaneidad.
Partimos del hecho de que un niño ‘necesita’ un juguete para su realización y felicidad.
1 _ Construcciones: Bloques, maderas, legos, cubos, torres… en suma todo aquello con lo que puedan generar estructuras, espacios imaginarios o máquinas.
2 _ Pelotas, disfraces, mantas, accesorios como gorras o gafas… No necesariamente deben ser juguetes, pueden usar su propia ropa, la tuya, la de papá…
3 _ Agrupaciones de muñecos. Esto varía en función del niño pero puede tener una pequeña colección de playmobils o de animales de granja o de dinosaurios, princesas…
Tenlos agrupados en un mismo sitio pero invita a tu hijo al juego libre: estos personajes interactuarán con las construcciones, los disfraces y todo lo anterior.
4 _ Tracción. Carros que empujar, coches que mover, trenes que empujar. En suma todo juguete que implique desplazamiento del muñeco – objeto y del niño.
5 _ Juego de roles: Todos aquellos que supongan la imitación de los adultos. Por ejemplo un set de médico, bomberos, policías, kit de cocina…
El secreto que mejor me funciona es rotar los juguetes. No todos están a su acceso y van rotando por semanas para que de nada se aburran y todo lo aprovechen.
Cuatro consejos para deshacerse de una montaña de juguetes:
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- Donar: Seguro que los reciben con los brazos abiertos.
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- Alternar: puedes recurrir a otro truquito: ¡esconderlos! Apartar de su vista la mitad de sus juguetes no solo te ayudará a librarte de algunos trastos sino que te servirá para “renovar” juguetes al sacarlos de nuevo tras varios meses lejos de su vista. Déjaselos el tiempo suficiente para que disfrute de ellos y los explore
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- Recoger: No estaría mal que contaras con varias cajas grandes o baúles para ordenar los juguetes sin esfuerzo. Incluso para que pueda guardarlos él mismo.
- Compartir: Los papás saben cuál es el juguete que más le gusta a un niño: ¡el de su amigo! La idea es cambiar los juguetes propios por otros ajenos, a modo de trueque, para que puedan ser utilizados por otros niños. Pasarán un rato divertido con el intercambio mientras aprenden generosidad y solidaridad.
¿Cuál es la importancia del juego y los juguetes en los niños?
El uso de juguetes es fundamental para el desarrollo infantil, pues ayudan a los niños a explorar la realidad, a encontrar nuevos caminos, probar estrategias, aprender, acertar, fallar, equivocarse y volverlo a intentar.
Dentro de estos, los juguetes educativos fungen como instrumentos importantes para conseguir que los niños se desarrollen de forma efectiva y saludable, además de felices.
Hasta hace poco tiempo, el juego era considerado simplemente como ocio o pérdida de tiempo, sin embargo, ahora es visto como una metodología didáctica para a conseguir que los niños empiecen a comprender el mundo, a resolver sus problemas y a plantear sus propias dudas.
Asimismo, para participar en los juegos, los niños van a tener que socializar y será precisamente gracias a los juguetes que estos van a empezar a realizar las primeras interacciones con otros niños, y también con adultos.
Así, jugar va a servir para que los «peques» puedan expresar sus emociones, lo que sienten y desarrollar la imaginación y la creatividad.
Jugando, los niños van a hablar y a comenzar a crear un lenguaje, van a empezar a formar su conducta y también a aprender a organizarse, a poder tomar decisiones y a negociar con los adultos o con el juego.
Según las edades de los pequeños, de 0 a 3 años el juego y movimiento están más relacionados y es entonces cuando los juegos más educativos deberán centrarse en el desarrollo psicomotor, dando preferencia a manipular y agarrar cosas, desplazarse o correr para aprender a moverse.
De 3 a 6 años normalmente las acciones en los juegos serán el reflejo de lo que los niños vean en su día a día cotidiano. Durante esta edad, los niños empiezan a comprender el mundo adulto y las relaciones que existen en este mundo a partir del juego.
Así que ya lo sabes, invita a tus pequeños a jugar y hazlo con ellos.
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